CASTILLO DE ESCALONA (Toledo)

 

Vista desde el sur del castillo de Escalona del Alberche

 

Situada a la derecha del Alberche, al final de una meseta y sobre el río que queda a sus pies, el castillo de Escalona es una magnífica obra de sucesivos estilos, desde un primitivismo mudéjar medieval hasta obras palaciegas del siglo XVIII.

El castillo estaba separado de la población por un foso, que constituye hoy la carretera. Por los otros lados, esta cortadura del cerro la hacía inaccesible.
Consta de dos partes bien diferenciadas; el albacar o primer recinto, de planta rectangular, que presentan siete torres hacia el lado oeste y dos hacia el norte, es decir, hacia el pueblo, con carencia de ellas hacia el este y el sur.

Estas torres son un buenísimo ejemplo de torres albarranas, es decir, torres unidas mediante un arco a la muralla, de forma que si éstas se tiran, la muralla permanece intacta. Son fortísimas, ya que su interior, macizo, está formada por tapial durísimo revestido de bandas de ladrillo y piedras grandes colocadas a espejo, es decir, por su superficie mayor, servía todo este conjunto de torres para dificultar el ingreso al castillo residencial, pues había que pasar por bajo sus arcos y entre la barrera y el muro del albacar para llegar al castillo.

El recinto estaría ocupado por dependencias para la tropa, pozos y gran espacio para las caballerizas.

Detalles de los materiales del castillo: sillarejo
 

 

Desde este albacar se ve la entrada oficial al castillo, separado por un foso artificial. Aquí comienza la segunda parte de la fortaleza: es un rectángulo aproximadamente en torno al patio de armas.

En uno de sus ángulos se eleva la torre del Homenaje, con varios pisos y curioso y difícil sistema de puertas, que lo hacían inexpugnable, al quedar aislada del conjunto del castillo. Más allá de la puerta gótica de ingreso al patio de armas y en el primer piso quedan los restos de la capilla del castillo, con decoración gótica en yeso policromado y que repite el tema de las conchas de Santiago por pertenecer su constructor, el condestable don Álvaro de Luna, a la Orden de dicho nombre.

 

Arco que comunicaba el castillo con la población salvando el foso
 

 


A ambos lados del patio hubo una serie de edificaciones nobles, de las que quedan restos de sus paredes, decoradas con yeserías góticas, que habían permanecido intactas hasta la guerra civil española.
Un mirador sobre el río, albercas y otras dependencias restauradas completan el panorama interior del castillo de Escalona.

En el siglo XVII se abrieron unas feas ventanas en los cubos así como se rehicieron parte de los cubillos de la barrera. El castillo es Monumento Nacional desde 1922 y hoy propiedad particular, aunque se puede visitar en los días indicados.
La historia de Escalona musulmana nos es desconocida. Lo que si es lógico suponer es la existencia de al menos una torre en el emplazamiento del castillo, para defender el vado del río, en el camino hacia la sierra.

Dada su cercanía a los castillos musulmanes de Maqueda y Alamín, Escalona formaría parte del triángulo defensivo de esta zona protegiendo la bajada al valle del Tajo.
Hacia 1130, reconquistada la zona, se concedió fuero a Escalona, edificando la muralla que rodea al pueblo y estableciendo los ejidos, prados, etc.


Al poco tiempo resistió el ataque almohade y después otra razia almorávide. En 1281 Escalona pasa al señorío del infante don Juan Manuel, hermano del rey de Castilla Alfonso V, y quien probablemente mandó construir la serie de torres albarranas del castillo.

Un siglo después, y en propiedad de don Álvaro de Luna. Desde 1424, se transforma en palacio-residencia, dulcificando la aridez de sus estancias, construyendo un elegante patio columnado, llenando de yeserías y azulejos sus paredes y haciéndolo, en resumen, confortable.

Muerto don Álvaro de Luna, su esposa se hace fuerte en el castillo para finalmente abandonarlo. Pasará después a don Juan Pacheco, maestre de la Orden de Santiago, y a sus descendientes que lo retendrán hasta el siglo XVII. Con los franceses, quemado y saqueado, se inició su ruina. Hoy es propiedad particular y ha sido desescombrado y reconstruida la crujía norte y torre del Homenaje del castillo.

Plano del castillo de Escalona


El cuerpo central del castillo tuvo tres pisos y la torre del Homenaje cinco.
Llaman la atención las torres albarranas de obra mudéjar, altas y fuertes, que dan frente al pueblo y se demuestran la reciedumbre de este importante castillo.

 

 


 

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